Lighting Europe, el portavoz de la industria de la iluminación en Europa, con sede en Bruselas, publicó en el año 2019 el Reglamento (UE) 2019/2015 sobre el etiquetado energético de fuentes luminosas y el Reglamento UE 2019/2020 sobre los requisitos de diseño ecológico para las fuentes luminosas y los mecanismos de control independientes

El reglamento será aplicable a partir del 1 de septiembre de 2021 en todos los estados miembros de la UE e influye desde productores a usuarios finales de productos de iluminación. El reglamento también incluye la información del producto que debe ser registrada en la base de datos EPREL, que a excepción del resto del reglamento entró en vigor el pasado mayo de 2021.

 

 

Nuevas regulaciones de etiquetado energético

Las etiquetas de los productos, con la función de clasificar su gasto energético, con el tiempo se habían vuelto ineficientes ya que, con la tecnología de hoy en día, es difícil encontrar un producto con un etiquetaje de baja puntuación.

A partir de ahora desaparecen los etiquetados A++, A+ y A y aparece una nueva clasificación.

 

Nuevas etiquetas energéticas: de la A a la G

Las nuevas etiquetas muestran una escala gradual, con los mismos colores que el etiquetado antiguo, de la A a la G, siendo los productos etiquetados con la letra G los menos eficientes y, por el contrario, los productos etiquetados con la letra A serán los más eficientes energéticamente.

 

Las etiquetas no podrán ser reemplazadas antes del 1 de septiembre de 2021, pero fabricantes y distribuidores disponen de un plazo de 18 meses, hasta el 1 de marzo de 2023, para poder liquidar las existencias con etiqueta antigua.

Por otra parte, se introducen nuevos requerimientos de eficiencia energética, los cuales causarán la desaparición de diferentes luminarias ineficientes como fluorescentes lineales T8 y lámparas halógenas con una base G4, G9 o GY6.35 El resto de lámparas halógenas continúan estando autorizadas en la Unión Europea.

También quedan regulados los requisitos de economía circular sobre la capacidad de extracción y sustitución de las fuentes de luz y de los sistemas de control contenidos en el producto.

Se prevé que en un futuro habrá una nueva re-calificación en las regulaciones de etiquetado energético cuando un 30% de los productos comercializados en Europa se encuentren en el rango A o cuando entre el rango A y B haya un 50% de los productos.